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Coliseo Romano

6 días de vacaciones en Roma

Este fue nuestro primer viaje post-confinamiento y aunque estuviéramos a final de septiembre, también era nuestro primer viaje del año.

El COVID-19 nos había cancelado todos los viajes y aventuras que teníamos planeadas para el 2020, pero sin esperar, nos había dado la oportunidad de viajar a Roma por 19,98€ ida y vuelta. Y sin pensarlo dos veces, aceptamos la única cosa buena que nos había traido la pandemia, con los brazos abiertos.

Viajar en tiempos de COVID-19

Durante la semana de antes, nos leímos la normativa española y la italiana para cumplir con todo lo que nos solicitaban. Ryanair, nos envió un email en el que se detallaban los requisitos por país, lo cual nos fue muy útil. Aquí encontrarás toda la última información actualizada y los requisitos de documentación de viaje más recientes. 

Normativa para viajar a Roma Fiumicino

En nuestro caso y al volar al aeropuerto de Roma Fiumicino, nos descargamos un documento que tuvimos que rellenar indicando dónde nos íbamos a hospedar, dónde habíamos viajado recientemente, nuestros datos personales… una especie de visado en el que además teníamos que seleccionar si nos haríamos una prueba PCR en España (unos 120€ por persona) o si por el contrario, queríamos que la prueba nos la hicieran una vez llegados al aeropuerto (gratuita). Nosotros seleccionamos esta última opción y al llegar, ni nos pidieron la documentación rellenada, ni nos preguntaron si llevábamos las pruebas hechas de España, ni nos realizaron las pruebas PCR. Simplemente nos controlaban la temperatura con cámaras térmicas.

Aeropuerto y avión en tiempos de COVID-19

En cuanto a tema aeropuerto y avión, leímos que teníamos que llevar mascarillas quirúrgicas que son las que son azules por la parte exterior y blancas por la interior. En Alicante no decían nada, pero en Italia, no dejaban embarcar si la mascarilla que llevabas no era de ese tipo y te invitaban a ir a una máquina y comprar una para el vuelo.

Aeropuerto de Alicante

Sobretodo el aeropuerto de Alicante estaba preparado, para evitar aglomeraciones y cumplir con el distanciamiento con indicaciones en el suelo, carteles inhabilitando asientos y pilas para lavarte las manos, varios puntos con gel hidroalcohólico…
Aunque también era de gran ayuda que solo hubiera unos pocos vuelos, que el nuestro fuera a primera hora y que en todo el aeropuerto no hubiera más de 100 personas.

Nuestro avión estaba limpio como probablemente nunca lo había estado y además, éramos no más de 40 personas en el vuelo, con lo que todo transcurrió de maravilla.

La salida desde Roma ya fue diferente, ya que había mucha más gente en el aeropuerto y en nuestro vuelo. Como no habíamos pagado por sentarnos juntos durante el vuelo, el algoritmo de Ryanair, había preferido sentar a Josh en medio de dos desconocidos, en época de COVID-19, antes que sentarnos juntos en la fila en la que Sonia estaba sola.

Día 1 en Roma – Visitando Roma

Reservamos las actividades y excursiones que queríamos hacer, con tan solo unos pocos días de antelación, aunque no creemos que esto fuera posible pre-COVID-19, ya que Roma era uno de los destinos turísticos más visitados de todo el mundo.

Nuestro hotel estaba justo enfrente del Panteón, se llamaba Best Suites Pantheon y puedes reservar tu habitación aquí. Era maravilloso salir por la puerta cada mañana y tener esas vistas. Además, si pagas un poco más y eliges la suite más cara, tendrás vistas directas al Panteón. La localización era perfecta ya que lo teníamos todo a 10 minutos andando, lo cual es verdaderamente útil porque Roma se puede visitar casi en su totalidad, a pie.

Centro de la ciudad

Llegamos al centro de Roma sobre las 11:30 y en este primer día, andando unos 10 kilómetro y en unas 6 horas, esto es lo que visitamos:

  • Piazza Navona, la Plaza Navona: en la que visitar sus 3 fuentes: la del Moro, la de Neptuno y la más grande y céntrica, la de los 4 ríos.
  • Panteón de Agripa: Gratuito y abierto de 8:30 a 19:30 y hasta las 18h los domingos. A mitad mañana las colas eran gigantes, te recomendamos que lo visites a primera o última hora. En el Panteón puedes encontrar la tumba de Rafael y la de Vittorio Emanuele, el primer Rey italiano, que siempre está vigilada por una guardia. Además, si está lloviendo, podrás ver cómo llueve dentro del Panteón, ya que el oráculo está abierto.
    A un par de minutos andando, podrás comerte un helado en la Gelateria della Palma o en la Gelateria Giolitti en via Uffici del Vicario, una de las mejores en Roma.
  • Templo Adriano: A un par de minutos andando, de repente, llegarás a este templo que solo podrás ver por fuera y te preparará para las maravillas que vas a visitar en tu estancia.
  • Fontana di Trevi: a tan solo unos pocos minutos llegarás a la famosa fuente, es gigante! Si te entra el hambre, cerca, podrás encontrar la heladería San Crispino en Via della Panatteria, la competencia de Giolitti.
  • Plaza de España: a unos 8 minutos llegamos a esta plaza en la que se encuentra la Embajada de España y si sigues andando un poco más, te encontrarás con los Escalones Españoles, la famosa escalinata en la que Audrey Hepburn se comía un helado.
    En la parte más alta de las escaleras, podrás visitar la Iglesia Trinità dei Monti.
Escalones de España
Escalones de España e Iglesia Trinità dei Monti

Para entonces, llevábamos algo más de una hora de turismo y decidimos hacer lo típico, beber agua desde una de las cientos de fuentes que encontrarás en Roma, tiene su misterio la cosa.

Y pedir una pizza para llevar de Grano Frutta e Farina y un tiramisú en Pompi, aunque no te podrás sentar en las escalinatas a comerlo, ya que no está permitido.

  • Piazza dei Popolo: Andamos unos 8 minutos más y llegamos a la Plaza del Pueblo en la que visitar las dos iglesias gemelas y un obelisco (uno de los 13 que hay Roma, 8 egipcios y 5 romanos) y además, a un lado de esta plaza, podrás visitar el Museo de Leonardo da Vinci.
Piazza dei Popolo
Piazza dei Popolo
  • Parque Villa Borguese: una de las entradas a este parque, porque este es gigante, está a la derecha de la Plaza dei Popolo.
    Al llegar arriba, nos sentamos para retomar el aliento y vimos que había un trenecito que por 4€ por persona, te llevaba a ver lo más importante de este parque en 30 minutos: miradores para ver la puesta de sol como el de Pincio, la Galería Borguese, uno de los museos más importantes de Roma, un lago, monumentos… Nosotros queríamos ver el lago y el panteón de cerca, así que el conductor nos dejó dar una vuelta y media y parar en el lago en el que si te animas, puedes hasta alquilarte una barquita y remar cerca del Panteón.
Panteón Parque Borguese
Panteón Parque Villa Borguese

El día nos estaba cundiendo muchísimo y a pesar de haber visto todo lo que habíamos planeado para el día, solo llevábamos tres horas haciendo turismo, así que decidimos ir a hacer una visita extra.

  • Castel de Sant’Angelo (Castillo de San Ángel). Desde el lago, tardamos unos 20 minutos en llegar y de camino, paramos a comprarnos un helado en “Neve di Latte”.
    La entrada a este castillo cuesta 15€ por persona y te puedes descargar una app gratuita que será tu audioguía durante toda la visita.
    Visitamos su muralla, las zonas de defensa, las habitaciones papales, patios e incluso la terraza más alta desde la que maravillarte con las vistas de Roma y ver el Ángel, en la cúspide del castillo, de cerca.
    Además de todo esto, antes de salir, puedes pedir al personal del castillo que te enseñen unas salas más exclusivas del castillo como son los baños papales y otras salas que de normal no forman parte del recorrido, pero nosotros al preguntarlo nos dijeron que debido al COVID-19 estaban cerradas al público.

Queríamos probar el restaurante mejor valorado de toda Roma para cenar, Mimi e Coco. Un restaurante de comida italiana a unos 7 minutos andando del Panteón y para el que no aceptan reservas. El local es pequeño, así que los camareros te meten bastante presión para que pidas y comas rápido… aunque la comida está bastante bien y disfrutamos mucho sus “pinsas”.

Día 2 en Roma – Visitando Roma

Empezamos la mañana en el restaurante “Antico restaurante Cafe Capranica” donde por estar alojados en nuestro hotel, nos incluían un café y un croisant todas las mañanas.

Teníamos unos 25 minutos andando hasta el Coliseo, pero decidimos coger un taxi, por 8,5€, que nos llevó al Arco de Constantino, punto de salida de la excursión del Coliseo, Forum Romano y Palatino que habíamos contratado con Civitatis. Puedes reservar este mismo tour aquí. Estaba previsto que el tour durara unas 3 horas, pero debido a que no hacíamos colas y que andábamos tranquilamente y sin multitudes, el tour duró casi una hora menos pero disfrutamos de cada segundo y de cada explicación.

Forum Romano y Monte Palatino

En nuestro tour solo éramos 3 personas y la guía, y debido a la poca afluencia de gente que había en general en Roma, visitamos el Foro Romano como si nos lo hubieran dejado solo para nosotros. Allí tuvimos tiempo para disfrutar tranquilos de lo que en un día fue una de las zonas más ajetreadas de la ciudad, con termas, iglesias, templos, plazas, el lugar donde están enterradas las cenizas de Julio César y una terraza desde donde deleitarte con las vistas del Forum y del Coliseo al fondo.

Coliseo

A continuación, y como parte de la misma entrada, es el momento de visitar una de las maravillas del mundo, el Coliseo y no es para menos, ya que el edificio te deja con la boca abierta, pero es que la imaginación de los que lo construyeron, era simplemente para quitarte el sombrero.

La guía nos explicaba como el Coliseo contaba con toldos hechos de seda que servían para proteger al público del sol, cómo hacían batallas navales allí mismo, cómo diseñaron un sistema de jaulas escondidas bajo tierra y de como, durante el tiempo en que el Coliseo estuvo en activo, terminó con la vida de más de trescientos mil gladiadores y con más de novecientos mil animales.

Centro de la ciudad

Para continuar con nuestro tour, decidimos alquilar un patinete eléctrico que nos llevara de un lado a otro sin cansarnos tanto y de paso, hacer nuestra versión de Vacaciones en Roma en el 2020.

Recorrimos la calle de Fori Imperiale, bordeando el Foro romano y en unos pocos minutos, nos plantamos en la Plaza de Venecia en la que puedes ver:

  • Monumento a Vittorio Emanuele II: un monumento gigante y blanco que conmemora al primer rey italiano y desde el que puedes ver las vistas panorámicas del Coliseo y el Foro Romano por 10€ por persona, aunque habiendo visto las vistas desde el Foro Romano y el Monte Palatino, la guía nos dijo que no valía la pena.
Monumento a Vittorio Emanuele
Monumento a Vittorio Emanuele II Primer Rey de Italia
  • Mercado de Trajano: a un par de minutos, encontramos este antiguo mercado inspirado en el Coliseo.
  • Columna de Trajano: Justo al lado, puedes ver esta gigantesca columna de 38 metros.
  • Piazza Campidoglio/Plaza del Capitolio: Esta plaza se encuentra justo detrás del monumento a Vittorio Emanuele y al subir las escalinatas, verás los tres edificios que la componen: el Palacio Senatorial, el Palacio Nuevo y el Palacio de los Conservadores.
    Allí podrás acceder a los Museos Capitolinos en los que ver, entre otras cosas, la famosa estatua de Luperca, la loba que amamanta a Romulo y Remo
  • Barrio judío: Al bajar de nuevo las escalinatas de la plaza, si vas hacia la izquierda, en un par de minutos, verás un edificio antiguo parecido al Coliseo, este es el Teatro Marcelo y también, el edificio más antiguo de Roma.
    Si te adentras en estas estrechas calles, verás una bonita sinagoga, baldosas doradas con los nombres de todos aquellos judíos que nunca volvieron, la Fuente de las Tortugas y la Plaza de Argentina, lo que fue el Senado y el lugar donde asesinaron a Julio César, aunque curiosamente, es más conocida por estar llena de gatos.

Visitando basílicas

Las basílicas que queríamos visitar estaban al este del centro, con lo que cogimos de nuevo los patinetes eléctricos y nos pusimos en marcha. Fue al dejarlos que nos dimos cuenta de que podríamos haber ido en taxi en la mitad de tiempo y de dinero, pero por supuesto, no nos hubiéramos hecho los modernillos en taxi. En unos 20 minutos, llegamos a nuestra primera parada.

  • Basílica de San Pietro in Vincoli: aquí puedes ver gratuitamente, una de las obras más famosas de Miguel Ángel, el Moisés y también, las cadenas de San Pedro.
  • Basílica de Santa Maria Maggiore (Mayor): A unos 10 minutos a pie de la anterior y también con entrada gratuita, encontramos una de las basílicas más grandes de Roma y a la que se entra por la parte trasera. En ella te puedes perder mirando sus dorados techos, la estatua del Papa Sixtus V y una pequeña capilla también llamada, La Capilla Sixtina.
  • Basílica de Santa María de la Vittoria: También a unos 10 minutos y gratis, podemos acceder a esta basílica para ver la famosa obra de Bernini, el Éxtasis de Santa Teresa.

Por la noche nos fuimos a cenar al Trastevere, al restaurante Tonnarello, en teoría, el tercer restaurante mejor valorado para cenar de toda Roma y decimos en teoría porque, no era especialmente bueno aunque sin duda, lo mejor fue el vino que tomamos y los muchos chupitos que nos dieron gratis por habernos encontrado un trozo de plástico en el postre de fresas congeladas. Sí, básicamente nos emborracharon a cambio de nuestro silencio y nosotros, nos dejamos emborrachar.

Día 3 en Roma – Pompeya y Volcán Vesubio

Debido a que nos estaban cundiendo muchísimo los días, decidimos realizar un tour que estábamos deseando hacer, visitar la ciudad de Pompeya.

Ciudad de Pompeya

Reservamos nuestro tour de Civitatis y a las 7:30h, ya estábamos todos subidos al bus que en unas 3 horas, nos llevaría a la famosa ciudad de Pompeya que en el año 79, quedó sepultada bajo 20 metros de cenizas del Vesubio.

Te recomendamos que si vas por libre, te lleves un mapa, ya que allí no encontrarás ninguno, así podrás guiarte por las calles para no perderte nada importante.

Al llegar, no nos podíamos creer lo que estábamos viendo. Una ciudad en unas condiciones extraordinarias (contando que tiene casi 2000 años). Al llegar puedes pasear tranquilamente por las calles de esta antigua ciudad, por sus aceras, beber de sus fuentes, cruzar sus pasos de peatones, ver los restos de sus templos, plazas, bares, prostíbulos, panaderías…

Pero es que además, puedes entrar en casas en las que la conservación es asombrosa, puedes todavía ver los frescos que se pintaban en las paredes, ver la distribución de la casa e incluso adivinar el nivel económico de sus vecinos.

Si caminas al final de la ciudad, que viene a ser, un kilómetro, llegarás al teatro, la escuela de gladiadores y finalmente, al anfiteatro, que está en excelentes condiciones y al que también puedes entrar.

Para nada esperábamos ver una ciudad como tal, de hecho, no esperábamos ver más que algunas pocas ruinas y por supuesto, las famosas personas que quedaron petrificadas bajo la ceniza, pero esta ciudad, nos sorprendió muchísimo y para bien.

Volcán Vesubio

Al terminar nuestra visita, nos dirigimos al volcán Vesubio, el responsable de aquella catástrofe y también, el que ha hecho posible que se aprendiera tanto de esta antigua civilización y que al final, nosotros la pudiéramos visitar.

Si estás pensando en visitarlo por libre, la entrada al Vesubio tiene un precio de 11€ y se tiene que adquirir con anticipación, ya que la caseta en la que se venden los tickets está cerrada y una vez en la entrada, no hay cobertura para poder comprar las entradas online.

A la entrada tienes que presentar el ticket junto con el DNI y desde ahí, ya puedes empezar tu conquista a la cima. Nos dieron un poco más de una hora y eso es, más o menos, lo que tardamos para subir y bajar y la verdad que vale mucho la pena. Es un camino de piedras pero plano y accesible incluso con niños, lo único que te recomendaríamos es coger una chaqueta ya que se nota que hace mucho más frio que en Pompeya y llevar unas deportivas cómodas y oscuras porque el polvo volcánico hará que terminen marrones.

El primer tramo que va hasta la primera caseta de souvenirs es el más duro y los dos siguientes tramos que culminan con otras dos casetas de souvenirs, son mucho más benévolos y desde todo el recorrido tendrás unas vistas inigualables de las dos bahías, el agujero del volcán, la isla de Capri e incluso de algunas fumarolas que suelta el volcán.

Por la noche y ya en Roma, decidimos ir de cena romántica y qué mejor, que justo debajo de nuestro hotel en el Restaurante Caffé da Claudia, con buena comida, buen precio y con unas vistas al Panteón inmejorables y para hacer nuestro día todavía más perfecto, lo terminamos tomando un helado en la heladería Giolliti.

Día 4 en Roma – Vaticano y centro de Roma

A las 7:30 de la mañana ya nos habíamos tomado un café en la cafetería La Tazza d’Oro, La Casa del Caffé, conocida por preparar “el mejor café del mundo” , está casi enfrente del Panteón y la verdad que el café estaba rico. Te recomendamos que lo pruebes en la barra, ya que si te sientas, el precio aumenta considerablemente.

Íbamos a pasar gran parte del día en el Vaticano, un Estado, el más pequeño del mundo y completamente independiente de Roma, por lo que te aconsejamos que te lleves el DNI porque es posible que te lo pidan y también, que te vistas de manera decorosa: rodillas y hombros cubiertos.

Audiencia general del Papa

Nos habíamos enterado de que el Papa hacía, dos veces a la semana, algo así como audiencias a las que podías ir gratuitamente, nosotros íbamos a estar un miércoles y decidimos ir a hacerle una visita.

A las 8 de la mañana ya estábamos en la Plaza de San Pedro haciendo cola para ir a ver al ¡Papa!, no nos lo podíamos ni creer, a pesar de no ser creyentes, ver a una persona tan conocida, la verdad que nos hacía mucha ilusión, para nosotros fue como visitar a las Spice Girls del Vaticano.

Después de algunos chequeos de temperatura y seguridad, te guiaban a una plaza interior en la que había unas 500 sillas diseminadas y separadas entre ellas.

Te recomendaríamos situarte en las sillas de delante para poder estar cerca y verle bien durante el sermón que lo hacen en 8 idiomas. Por otro lado, para poder saludarle, hace un paseíllo desde la puerta que está enfrentada al escenario hasta el mismo escenario, posiciónate pronto al lado de las vallas para estar en primera fila. El Papa Francisco camina tranquilamente por el pasillo y dedica bastante tiempo a los asistentes, así que seguro disfrutarás de la experiencia.

En agosto y septiembre no necesitábamos ningún ticket, pero durante el resto de meses, tendrás que adquirir un ticket (siempre gratuito) que podrás obtener desde la enrevesada web del vaticano, te dejamos el enlace directo, aquí. Una vez lo tengas rellenado, deberás enviar el formulario por correo ordinario o por fax. Sí, por fax. Y no, no puede ser por email ni teléfono.

Una vez concluida la audiencia general, podrás ver las fotografías de ese momento en este enlace.

Basílica de San Pedro

Cuando terminamos la audiencia general, nos fuimos a visitar la Basílica de San Pedro, en la misma plaza. La entrada a la basílica, como a todas las demás de Roma, es gratuita.

Esta basílica tiene tres alturas, la primera con los mausoleos paganos que datan del siglo I de la época de Nerón, la segunda altura con los restos de la primera Basílica de San Pedro que el Emperador Constantino, el primer Emperador que permitió el catolicismo, construyó en el año 300 aproximadamente y la altura que estábamos visitando en ese momento, que era la actual Basílica de San Pedro, terminada en el s.XV.

Lo primero que hicimos al llegar, fue ir a ver La Pietá de Miguel Ángel, una obra fascinante y que por la poca afluencia de gente, pudimos disfrutar como se merece.

La Pietà

Queríamos visitar la cúpula y las vistas panorámicas, así que seguimos los cartelitos y nos llevaron a unas taquillas en las que podías adquirir el ticket para subir a pie el primer tramo de escaleras, este ticket costaba 8€ o como hicimos nosotros, por 10€, podías comprar la subida en ascensor del primer tramo de escaleras. Después te quedarán todavía una buena cantidad de escalones y escalinatas estrechas, pero las vistas aéreas de la Plaza de San Pedro, lo valen.

A continuación, nos dedicamos a pasear y visitar la inmensa Basílica, algunas de las tumbas papales, obras y frescos que envuelven este lugar… y paseando, paseando, vimos el Museo del Tesoro del Vaticano y por 5€ por persona, puedes admirar (sin fotos) : vestimentas litúrgicas, joyas, cálices y reliquias como cráneos y dientes de Santos, partes de la Santa Cruz e incluso el dedo de San Pedro. Todas ellas, de valor incalculable.
La entrada y la salida del museo se encuentran al lado de la tienda de souvenirs en la que podrás comprar, entre otras muchas cosas, botecitos de cristal que deberás de llevar a la Sacristía para que te llenen de agua bendita y además, en esa misma tienda de souvenirs, y sin necesidad de adquirir ticket, un poco escondida, podrás asomarte a una sala en la que se encuentra la Cruz del Vaticano.

Para entonces, decidimos ir a comer a la Via delle fornaci, a la derecha del Vaticano, una calle llena de restaurantes y de postre, andamos unos pocos minutos y probamos los helados de la Hedera, uno de los que más disfrutamos de toda Roma.

Heladería La Hedera

A las 13:30 ya nos estábamos dirigiendo al punto de encuentro para la visita a la Necrópolis Vaticana, un lugar tan sagrado, que a la excursión la prefieren llamar peregrinaje.

Por 13€ puedes adquirir tus entradas y para ello deberás rellenar el formulario en esta web, aunque como la web no funciona muy bien, te recomendaríamos enviar un fax al número: +39 06 698 730 17 con: el número de participantes, nombre de los participantes, idioma de la visita, días en los que podrías estar interesado en realizar la visita y dirección de email, fax o dirección postal a la que te gustaría recibir la respuesta.

En esta visita, puedes conocer la primera y la segunda altura del lugar, visitando los mausoleos de los romanos más adinerados de la época de Nerón y terminando con la tumba del mismísimo San Pedro. una visita que a nosotros nos encantó.

A tan solo un par de metros de los restos de San Pedro, se encuentra una pequeña capilla a la que puedes ir, de manera gratuita, todos los días del año a las 7 de la mañana, a celebrar una misa. Simplemente, acude con tiempo, pasa seguridad y solicita participar en dicha misa, casi privada en uno de los lugares más sagrados de la cristiandad.

Ya de camino a la salida y cerca de esta capilla, encontrarás las tumbas de varios Papas, que al ser considerados descendientes de San Pedro, decidieron ser enterrados lo más cerca posible.

Centro de Roma

Del Vaticano, cogimos un taxi que nos llevó de nuevo al centro de Roma, en este caso, al sur de este, para visitar más lugares famosos de esta ciudad que nos enamoraba en cada esquina.

  • Basílica de Santa María de Cosmedín. Empezamos por esta basílica que se hizo famosa con la película de Vacaciones en Roma cuando Audrey Hepburn metía la mano en la Boca de la Veritá. Nosotros la encontramos cerrada porque solo abre los sábados y domingos, aunque pudimos ver la famosa boca, a través de la valla.
  • Foro Boario: Enfrente verás este edificio circular también conocido como el Templo de Ercole Vincitore, un espacio que era utilizado como centro de reuniones comerciales
Foro Boario
  • Templo de Portunus: y justo al lado, encuentras este panteón. Ambos edificios pueden ser visitados el primer y el tercer domingo de cada mes de 9:00 a 12:00. Puedes llamar a 06 39967700 para informarte sobre tarifas, horarios e idiomas.
Templo de Potunus
  • Circo Máximo: Mientras paseábamos vimos que estábamos rodeando este antiguo estadio del que solo queda la forma, algunas ruinas y un pequeño edificio.
Circo Máximo
  • Parque de los Naranjos: Desde la Plaza de Santa María de Cosmedín y siguiendo el la dirección del tráfico, a la izquierda verás una empinada cuesta, si te armas de valor y la subes hasta la parte más alta, llegarás a este parque desde el que las vistas son maravillosas y probablemente haya incluso músicos que te amenizarán la panorámica. Este parque no es muy grande y solo tiene una puerta. Al salir, hay una especie de Boca de la Veritá y ya que no pudimos meter la mano en la original, hicimos una foto en la que, jugando con las perspectivas, parece que la estemos poniendo dentro.
  • Jardín histórico de San Alessio: Desde este jardín podrás ver las mismas vistas que en el anterior y está mucho más tranquilo.
  • La Plaza dei Cavaliere di Malta: Justo al lado del anterior parque, encontramos esta pequeña plaza. La verás enseguida por la cola de gente que hay asomándose a una cerradura desde la que se puede ver la cúpula de la Basílica de San Pedro. Detrás de estas puertas, la Orden de Malta, se encuentra y rige por las leyes de Malta y es tan influyente que se rumorea que la abdicación del Papa Ratzinger tuvo algo que ver con ellos.

Al terminar nuestro día de turismo, nos fuimos dando un paseo al Trastevere y mientras esperábamos a nuestra amiga, visitamos la Basílica de Santa Maria de Trastevere.

Habíamos quedado para cenar en el Restaurante Nannarella, el segundo restaurante mejor valorado de Roma y al entrar, vimos que era parte de la misma cadena de restaurantes que Tonnarello e inmediatamente entendimos que, a pesar de tener buena comida, tenían buenas recomendaciones porque invertían más en marketing, pero no porque eran los mejores de Roma.

Día 5 en Roma – Vaticano y Curso de Cocina

Por la mañana, ya como si fuera nuestro día a día, nos despertamos y nos fuimos al restaurante Capranica a desayunar, con la suerte de poder ver mientras tanto, cómo grababan la escena de alguna película.

Para ese día habíamos reservado la excursión de los Museos del Vaticano de Civitatis, una excursión que recomendamos porque estos museos tienen más de 7km de galería repletas de miles de obras y el ir acompañado de un guía, te ayudará a solo visitar lo más emblemático y además a conocer la historia que hay detrás de cada obra.

Si lo prefieres visitar por libre, puedes comprar tu ticket online por 17€, aquí.

Fuimos muy afortunados de poder visitar estos museos con muy poca gente, ya que de normal, la gente solo recuerda la marea de visitantes que te lleva de una sala a la otra. Nosotros en cambio, pudimos observar y fotografiar tranquilamente las obras, y escuchar todas las curiosidades que nuestra guía nos iba contando.

Entre las varias galerías que visitamos, la que más disfrutamos, fue la Galería de los Mapas, con sus más de 120 metros de una recopilación de decenas de mapas de la geografía italiana y como no, deleitarnos con los famosísimos frescos Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.

Para terminar nuestra visita, llegamos a las escalinatas de caracol que son la delicia de todos los influencers y nuestra, por supuesto.

Centro de Roma

Para entonces ya habíamos escarmentado de las valoraciones de los restaurantes, así que decidimos ir a restaurantes que nos habían recomendado personalmente y fue entonces, desgraciadamente casi al final de nuestras vacaciones, cuando empezamos a disfrutar de la famosa cocina italiana.

Visitamos el Campo de’Fiore, una plaza que se llena de mercado y que está rodeada de bares de moda, nosotros comimos en la Osteria de Fortunata, un lugar muy bonito, con una comida buenísima y con una persona allí mismo, haciendo la pasta que ibas a comer.

Osteria da Fortunata

A unos pocos minutos, fuimos andando para coger un helado de la heladería Frigidarium, para entonces ya nos consideramos tan expertos que podemos hacer un blog solo de heladerías de Roma.

Por la tarde, nuestra amiga nos había reservado una experiencia que estábamos deseando probar, una clase de cocina italiana y de camino al lugar, pedimos al taxista que parara en la Basílica de San Pablo de Extramuros (San Paolo Fuori le Mura) que junto con la de San Pedro es la más grande de Roma y además en ella, puedes encontrar la tumba de San Pablo.

Sobre las 18h llegamos a casa de Sveva, una mujer que nos abrió las puertas de su casa y nos enseño, tal y como le enseño a ella su abuela, a preparar pasta fresca.

Al llegar, abrió una botella de vino y sacó algo para picar y después, nos pusimos manos a la masa.

Lo mejor es que aprendimos cómo hacer esta comida tan famosa en una experiencia muy bonita y divertida y lo mejor, que nos comimos nuestras obras de arte culinarias acompañadas de un buen vino y de la mejor compañía. Una experiencia que no te debes perder si visitas Roma. Puedes reservar tu experiencia italiana contactándola a este email.

Día 6 en Roma – Sur de Roma

Este era nuestro último día en esta ciudad que nos estaba encantando y aunque nuestro transfer nos recogía a las 12:30, no perdimos el día y todo esto, es lo que hicimos.

Via Appia Antica y Puerta de San Sebastino

Pillamos un taxi que nos llevara a la Puerta de San Sebastino, la puerta de la antigua muralla de Roma desde la que salía la Via Appia Antica, la calzada de los antiguos romanos que conectaba esta ciudad con Pompeya y Nápoles.

Nos hacía mucha ilusión poder ver restos de esta calzada que databa del año 300 a.C, pero al llegar, nos decepcionó verla llena de tráfico ya que es una calzada todavía en uso y nosotros esperábamos ver una calzada totalmente apartada y protegida.

Puerta de San Sebastino

Allí mismo puedes encontrar el Museo delle Mura y también, desde ese punto, puedes andar hasta el Parco Regionale dell’Appia Antica, pero nosotros, debido a que no teníamos mucho tiempo, nos volvimos a subir en el taxi para que nos llevara a nuestra siguiente parada.

Catacumbas de San Calixto

El taxi nos dejó justo a las puertas de las Catacumbas, todo el trayecto desde el hotel nos costó 15€, aunque también se puede llegar en unos 40 minutos en las líneas 118 y 228 de bus urbano.
Antes de entrar, decidimos andar por unos 20 minutos por ese bonito paseo de árboles hasta el final del recinto, donde, de vuelta a la carretera, pudimos ver un cartel del nombre de la calle llamada Via Appia Antica.

Via Appia Antica

Después de este agradable paseo por lo que parecía una zona de casonas, volvimos al punto de origen y nos dirigimos a las taquillas, donde por 8€ cada uno, podías adquirir el ticket de entrada a las catacumbas que te incluía además un tour guiado de 45 minutos y que podía ser en varios idiomas. A las 09:30 era el tour en inglés y a las 10:15 había tours en otros idiomas y es necesario acogerse a estas visitas porque a este lugar no se puede acceder por libre.

Nuestro guía Don, nos contaba que estas Catacumbas, de las que no se pueden sacar fotos, son llamadas así porque el Papa San Calisto, siendo todavía decano, fue el que se encargó de la gestión de estas catacumbas de 4 niveles, con 20 metros de profundidad, picadas en piedra volcánica y que son las más grandes de las 60 encontradas en Roma, ya que llegó a albergar a más de medio millón de fallecidos.
En estas catacumbas, en la Sala de los Papas, se encontraron los restos de 6 papas del año 200, así como frescos que todavía se mantienen en buenas condiciones.

Al terminar la visita entendimos porqué no se podía visitar por libre, era un laberinto en el que es muy fácil perderse, así que te recomendaríamos no separarte del guía y llevarte una chaqueta porque refresca en la cueva.

Termas de Caracalla

Más cerca del centro encontramos estás termas que en su tiempo serían, sin duda, unos baños públicos de 5 estrellas, o más.

Estas termas están abiertas de 9:00 a 18:30h y los lunes hasta las 14h y el precio de la entrada son 10€ y la visita la hicimos por libre.

Están compuestas por un espacio ajardinado y un edificio gigante con varios espacios en los que necesitarás mucha imaginación para poder “ver” a los romanos dándose un baño, charlando y disfrutando de estas salas llenas de estatuas, mosaicos y todo lujo de detalles.

Información Útil

Moneda: EuroTipo de Turismo: CiudadAgua potable:
Temperatura: 25ºC en septiembreCoste Medio: 3/5Lado de conducción: Derecha
Zona Horaria: UTC/GMT +2Tipo de Enchufe: F/LModo de Transporte: A pie
Población: 2,87 MillonesVisado?: NoSeguridad: 3/5
Idiomas: ItalianoApto para Vegetarianos: 4/5Apto para viajes con niños:

Consejos

  • La ciudad de Roma permite su visita a pie a la gran mayoría de puntos turísticos y te sorprenderá lo cerca que se encuentran unos de otros.
  • Hay algunos tramos de metro, aunque en su mayoría la gente se traslada en patinete, taxi o autobús.
  • Todas las iglesias y basílicas de Roma que visitamos eran de entrada gratuita. Te recomendamos no quedarte en las puertas porque casi todas ellas tienen obras de arte famosas, reliquias o pequeñas capillas dignas de ser visitadas.
  • Nosotros visitamos casi todo por libre, aunque sí consideramos necesario visitar con guía los Museos del Vaticano por su extensión, así como el Coliseo y Pompeya por toda la historia que acarrean.
  • Si te sobra tiempo, a nosotros se nos quedó por visitar: el Gianicolo, un parque con unas bonitas vistas panorámicas, el Domus Aurea que era la mansión de Nerón y que puedes visitar por 14€, la Archibasílica de San Juan de Letrón o San Giovanni in Laterano, pasear por la Isla Tiberina que une las dos partes de Roma y Eataly, un lugar en el que dicen que seguro encuentras el mejor souvenir.
  • En esta ciudad el Uber es más caro que los taxis de toda la vida, así que en el caso de poder elegir, te recomendamos estos segundos.
Los Littler
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